La era de las preguntas

Estoy rodeada de académicos, nuevos artistas, jóvenes universitarios y curiosos. Todos nos preguntamos cosas todo el tiempo. ¿Por qué, qué significa, a dónde nos lleva? De pronto se me ocurrió preguntarme si tanta pregunta realmente tiene sentido. Hacemos muchas cosas sin detenernos a pensar porque la naturaleza nos dotó de la capacidad de organizar la información rápidamente en nuestra mente. Ahora nos forzamos a detenernos y explorar cada parte de ese camino hacia la organización. ¿Hay respuestas para todas esas preguntas o ya es un deporte de buen gusto el no dejar de preguntar?
El mundo de la academia tiene como objetivo organizar el conocimiento para que pueda ser utilizado de forma creciente y constructiva.  Por eso, uno debe hacer referencia a las personas que inspiraron su trabajo y publicar para que otros lo usen después.  ¿Hasta que punto esto ayuda a no inventar múltiples veces el hilo negro, y hasta qué punto más bien provoca un pensamiento colectivo lineal y progresivo- una evolución lenta y limitada en su creatividad?
¿De dónde viene el miedo a perder la individualidad cuando uno comparte demasiado con alguien más? A nivel individual y de país, tememos que tanto compartir, tanto comunicar y tanto recibir de los demás pueda convertirnos en una masa. Las parejas se preocupan por no ser absorbidos por el otro.  Los países batallan para crear alianzas de integración sin perder su identidad.

¿Será que en realidad no hay límites y la individualidad es sólo una ilusión?  ¿Será que tememos perder esta ilusión a la que hemos estado tan acostumbrados?  ¿Es que estamos evolucionando y esta "integración" es un paso en la dirección correcta?