Quiero un amigo anciano

Cómo me gustaría tener un amigo que hubiera aprendido ya las lecciones que yo estoy por aprender, que hubiera tenido un gran amor y lo hubiera visto partir, que tuviera suficiente tiempo para mí y necesitara mi compañía, que no juzgara mi ingenuidad ni me presionara a crecer rápidamente, que no se espantara por mi reflexividad y supiera simplificar las cosas al punto de hacer que las preguntas perdieran importancia. Quisiera un amigo anciano, un amigo sabio, un amigo alivianado, un amigo sin pretenciones que no se ofendiera por todo ni tuviera a nadie que lo celara. Quisiera un amigo que pudiera enseñarme de música, contarme la historia vivida en carne propia y hacerme sentir que soy una joven hermosa y tengo un futuro prometedor. Quisiera un amigo anciano que me durara, además, toda la vida.

Reconocerme

Ya no quiero tener que hablar de dinero y contratos, ni sentir que el fin de semana es solitario. No quiero volver a desesperarme con que no haya nada cocinado por mí en mi refrigerador. Tampoco quiero dormir mal. No quiero saber que postergo lo que más me interesa ni sentir que alguien que adoro me quiere así así.
Quiero, más bien, volver a sentir que mi vida es libre y yo quepo perfectamente dentro de su inmensidad. Jamás me había extrañado tanto a mí misma.

Dormir

¡Qué falta hace dormir de corrido, abrazar sin soltar, comer sin preocuparse, correr sin agotarse, bailar sin tacones, escribir tres cuentos en un día, afinar una escena por horas, conversar sin que alcance el aire para decirlo todo, escuchar y sentir acelerarse el corazón!

Comunicación del viento

Quisiera saber si, estudiando los sonidos del viento, se podría encontrar un lenguaje en él. Es posible que la naturaleza tenga también una manera de comunicar y no estemos dándole un espacio de expresión.

Inconvenientes de la espontaneidad

Cuando me fluye naturalmente un torrente de espontaneidad, suele terminar frenándose en seco porque alguien se saca de onda. Casi siempre eso resulta peor que no haberlo intentado, pero me desagrada transformarme sólo para que nadie se confunda con mi estilo.

Slogan

No sé por qué siento que cada vez más, la gente habla con slogans. Puras frases potentes, más por la forma que por el fondo. Extraño la sencillez, el silencio, la honestidad.

Artista de noche

Es que el arte tiene que ser apasionado y quien no puede hacerlo de día, reserva las noches para ello. El dinero me hace muy poco sentido cuando no sirve para alimentar el cuerpo y el alma al mismo tiempo.