Tiempo

Hasta el tiempo me toma tiempo... y entenderlo me toma toda la vida; por eso nunca estoy entendiendo nada, sólo estoy a punto de hacerlo. Sólo en retrospectiva es que cae el 20, y si tenemos suerte y no hay inflación, eso ya es ganancia.
Hacia atrás, uno comprende a sus amigos, los amantes, los padres, los exámenes y las leyes... casi siempre. El presente está siempre incomprendido, como alguien que ríe solo, y nadie sabe por qué. El presente no tiene idea, y por eso puede ser presente. Si se enterara de algo, se volvería pasado, pesado, pisado, y se posaría sobre las calles que derraman gente.
Conocer gente toma tiempo, esperar demora demasiado, hacer amigos es una hermosa casualidad, y enamorarse... enamorarse toma tiempo o demasiado buena suerte. Trabajar toma todo el día; descansar, toda la noche. Soñar, toma un sueño. Vivir, toma la vida entera. ¿Estoy viviendo? Todavía no sé... cuando muera, y lo vea en retrospectiva, me enteraré de lo que podría haber sido.

Desintegración

Al Estado le conciernen los individuos, a éstos, la sociedad... a ésta, las familias, y a ellas, el estado. Pero el sistema económico no favorece a todos, el fiscal vuelca a unos contra otros y el social disipa toda posibilidad de integración.
¿Qué es más importante: un segundo viendo un atardecer, o una hora extra de trabajo en un banco? ¿Qué tiene consecuencias más trascendentes: un abrazo de dos minutos o cuarenta minutos de hacer fila para sacar placas? Me frustra un poco darme cuenta de los desperdicios antinaturales que solemos hacer... perdernos la noche por estar trabajando, o el amanecer por dormir después de una desvelada intensa. Uno se encierra en una habitación de 20 metros cuadrados para descubrir al final del día, que hizo demasiado y sintió demasiado poco.
¿La sensibilidad no es producto de la integración de los elementos que componen nuestra vida? ¿No somos sensibles en la medida que nos dejemos involucrar natural y orgánicamente- palabrita que siempre me recuerda al orégano-?
Alguien que no está haciendo nada productivo, se convierte en un mediocre y un perdedor, según los criterios de este pequeño mundo. Para mí, alguien que no siente, ni siquiera está viviendo, por más que trabaje productivamente.
Por eso, en mi habitación de unos cuantos metros cuadrados, yo siento, poco a poco, que estoy comenzando a sentir.

¿Qué se siente?

Justo cuando más se está sintiendo, es cuando se deja de sentir. Cuando hay tanto en juego, uno deja de jugar y comienza a tomarse todo en serio. En serio me iré, en serio se queda un noventa por ciento de lo que más quiero. El otro diez lo guardo de reserva, por si hiciera falta querer algo más... no a alguien, porque ya quiero hasta a quien no tengo.

Faltan un par de horas solamente, no falta mucho, y me queda muy poco. No sé ni siquiera si siento algo más que el cansancio y el estrés, y el miedo, y un profundo deseo de paz y suspiros serenos. Sé que siento demasiado porque no estoy sintiendo nada claro, nada que me haga reír o llorar, o quedarme neutral.