¿Qué se siente?

Justo cuando más se está sintiendo, es cuando se deja de sentir. Cuando hay tanto en juego, uno deja de jugar y comienza a tomarse todo en serio. En serio me iré, en serio se queda un noventa por ciento de lo que más quiero. El otro diez lo guardo de reserva, por si hiciera falta querer algo más... no a alguien, porque ya quiero hasta a quien no tengo.

Faltan un par de horas solamente, no falta mucho, y me queda muy poco. No sé ni siquiera si siento algo más que el cansancio y el estrés, y el miedo, y un profundo deseo de paz y suspiros serenos. Sé que siento demasiado porque no estoy sintiendo nada claro, nada que me haga reír o llorar, o quedarme neutral.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay ciertos días en que me siento un experto en despedidas. Es en esos momentos cuando puedo darme cuenta de que soy humilde a pesar de lo mitos que me he creado. Cuando he despedido a gente fuera de lo común, he hecho lo necesario para ocultarme en su grandeza, y hacerlos brillar en su adios.

Cuando le notifiqué a mi hermana menor, y a mi mamá que mi papá había muerto, lo hice en 1 minuto, sin rodeos, con palabras muy claras. Días después me arrepentí. Hoy me doy cuenta que fue un acto de humildad. Tomarme más tiempo, era necesitar el calor de la luz en el escenario.

Santiago. Como El Alquimista. Que por cierto es un libro que se crece. Empieza de ser un "Filosofía para dummies", y termina en un poema sobre la naturaleza... casi como si Malcolm de Chazal hubiera descrito la palabra Vocación.

Abrazos.