Postergar

Postergar.
Es abrir la posibilidad de que algo nunca suceda.
Es desabrazar hoy para abrazar mañana.
Es soltar pensando que nada cambiará de aquí a más tarde.
Es eliminar del presente, pensando que se verá mejor en el futuro.
Es reducirle al hecho su existencia en nuestra vida.

Imaginación

¿Es posible que la imaginación sea el vehículo por el cual accedemos a la realidad que sucede en otra dimensión?

Abrir y cerrar

Hoy aprendí que llega un momento en la vida de todo adulto, en que después del gran esfuerzo que hizo por abrirse, debe comenzar a cerrar nuevamente, eligiendo entre las opciones abiertas. Debe recuperar los límites de su espacio vital, para escabullirse más ligero en la vida, cabiendo perfectamente entre los árboles y pudiendo colarse en cualquier bosque nuevo que le llame la atención.
La vida pública comienza cuando empieza a sentir la necesidad de volver a costreñir los límites de su espacio vital, para poder tener cerca a la gente, sin ser invadido por sus ideas, expectativas o percepciones.

Siempre proponiendo

Habemos quienes estamos acostumbrados a buscar, intentar, seguir intentando, insistir, proponer, impulsar, empujar, activar. Nos rechazan y es como si nada hubiera pasado, igual seguimos buscando, intentando, pidiendo, proponiendo. Lo hacemos para nosotros, lo hacemos para que nuestros seres queridos consigan lo que quieren. No paramos de correr, siempre hacia adelante, siempre en movimiento. Tanto lo hemos hecho, que llega un momento en que se nos salen de balance el deseo por desear y el deseo por ser deseados. A veces se antoja que llegue alguien con ganas de encontrarnos, con una propuesta creativa, alguna idea fresca, alguna aventura entre las manos, algún plan maravilloso al cuál sólo tengamos que unirnos.

Espiritualidad, comunidad y medio ambiente

Me pregunto qué tanto influye la espiritualidad de la gente en su preocupación por el ambiente y su empatía con la humanidad. ¿Qué es el espíritu? ¿No es la parte de la inteligencia universal que se nos es dada en usufructo al nacer? ¿No es la parte del todo que podemos ver de cerca, percibir, oler, sentir, incluso transformar? ¿No es la porción de nosotros que puede integrarse con el resto de los espíritus y conformar una conciencia universal? ¿Qué tan fragmentado estará el todo con tan poco tiempo que se dedica al espíritu en el mundo occidental actual?

Salvar al mundo

No creo que exista eso de salvar al mundo, pero sí creo que se puede ayudar a que fluya y obedezca a sus procesos ultrainteligentes de ajustarse, adaptarse y evolucionar. Se trata de decir la verdad, ser transparente, abrir la comunicación, recibir los cambios, aprender a enfrentar el dolor, aceptar las alegrías y las tristezas, liberar la pasión, aprovechar el instinto de protección, permitirse amar y abatirse cuando es necesario. Se trata de no poner obstáculos ni parchar los sucesos.

Estoy a favor de ser civilizados y ajustarse a las reglas, pero no estoy a favor de oprimir el corazón o retorcer la cabeza con tal de que parezca que uno es más fuerte, más sabio, más maduro o más inteligente de lo que es. La vida es dinámica y uno cambia todo el tiempo; hay que promover ese movimiento, ese flujo de información, las experiencias y las nuevas ideas. El mundo ya debe tener todo lo que necesita para sobrevivir, pero requiere espacio para trabajar y que todos hagamos nuestra vida sin complicarle la tarea al resto.

Manos vacías

Si se tienen las manos vacías, parece que no hay nada qué ofrecer. Si observamos un poco más y los brazos también están desocupados, entonces lo que se tiene es un abrazo para dar.

Todo pasa y todo queda

Quisiera saber cuánto tiempo le toma a la gente olvidar sus inconformidades, borrar de su vida a otras personas, dejar pasar las injusticias, deshacerse del pasado. ¿Cada cuándo habría que insistir en cada tema para que la amnesia no hiciera indiferentes a los pueblos ni fríos a los amantes? Es tan fácil cerrar los ojos y bloquear los oídos para evitar la incomodidad, es tan simple conformarse con lo que se tiene y rechazar las posibilidades, sin tener ni la más remota idea de lo que se está perdiendo. ¿Es inconciencia, es pereza, es cansancio, es enajenación? ¡Mírame cuando te hablo, mundo!

Comprensión

A veces me pregunto cuántas cosas me tocará vivir para seguir conectándome con el mundo, comprendiendo a tanta gente que está viviendo toda clase de alegrías y tristezas, todo el tiempo. Prefiero seguir experimentando, aprendiendo, sintiendo, que permanecer ajena a un mundo donde hay gente que necesita ser acompañada, aunque sea en silencio, aunque sea sin saber que, esta noche, desde mi cama, estoy abrazándola y diciéndole que no está sola en esto, que todo saldrá bien, eventualmente.

Incondicional

Qué bien se siente cuando los amigos se interesan, se preocupan, confían... cuando no están indiferentes ante nuestras crisis... cuando nos abrazan, a pesar de que no estemos en nuestros cabales. Cuánto agradezco tener gente que me quiere lo suficiente para aguantarme cuando mi corazoncito está a punto de estallar, y que me sostiene cuando siento que estoy cayéndome. No puedo explicar lo bello que es que mis verdaderos amigos sigan descubriendo belleza en mí, cuando yo siento que estoy insoportable. No cabe duda que hay un milagro en cada crisis: el amigo que permanece de pie y está listo para dar un abrazo indefinidamente largo y completamente sincero. Hay amigos dentro y fuera de la familia, amigos que nos llevan de viaje a visitar más amigos. Hay amigos que nos secan las lágrimas y nos sacan la risa. Hay amigos que simplemente nos aceptan, sin reprehendernos ni castigarnos, dándonos crédito de que sabremos reponernos después de los trancazos. A esos amigos, que silenciosamente me llenan la vida de amor todos los días, les dedico todos estos días.

100

El cien es un número tan común en la imaginación, que sorprende cuando una se lo encuentra en la realidad.

Avisos

Me sorprende sobremanera cómo estamos rodeados de avisos que nos van diciendo por dónde podemos caminar.

Aromaterapia de mujeres

¿Qué tanto influirá en las mujeres la variedad de aromas que el mundo- incluyendo su lado comercial- nos ofrece todos los días?

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¡Qué vacío el silencio cuando es ausencia! ¡Qué valioso cuando conserva, guarda, espera! Qué aburrido cuando pretende forzar la escasez. Qué delicioso cuando sirve para despedir las últimas vibraciones de una nota bien interpretada.

Lo que se es y lo que se quiere

Uno no siempre tiene claro todo lo que es o no es, pero es muy difícil confundirse con respecto de lo que uno quiere o no quiere.

Necesidad de expresar

Juan Ignacio dice que a veces uno escribe para poder compartir con los que uno quiere, eso que hay debajo de la máscara. Me preguntó por qué escribo yo, qué motor tan potente hace que escriba como lo hago. Dice que debe ser algo mucho más profundo que el simple hecho de tener algo qué contar.

Quizá escribo por ósmosis, para que mi mundo de afuera se equilibre con mi mundo interior. A veces me gustaría voltearme como calcetín, para poder entrelazarme con esta realidad que me viste y dejar de estar tan sola todo el tiempo.