Tolerancia a las mentiras

Se puede detectar fácilmente la tolerancia que tiene una persona a las mentiras, por los gestos que hace cuando se le acerca un joven indigente pidiendo ayuda porque no ha encontrado trabajo. Si es cierto o no, da lo mismo; el gesto del receptor da información precisa sobre qué tan recurrentemente éste se ha sentido objeto de engaño en las últimas semanas. Yo soy de las personas que cada vez aguantan menos que les digan una cosa que no les es confirmada con múltiples acciones en la misma dirección.

2 comentarios:

1966 dijo...

Buen 2011. Disculpe por la ausencia.

Juaning dijo...

"Hay un tinte de muerte, un sabor de mortalidad en la mentira que es exactamente lo que más odio y detesto en el mundo, lo que quiero olvidar. Me hace sentir desgraciado y enfermo, como la mordedura de algo corrupto. Es cuestión de temperamento, me imagino".
JOSEPH CONRAD: “El corazón de las tinieblas”