¿Me robaron o qué?

No sé si era mío, o sólo lo había comprado. Me habría más gustado donarlo que perderlo así. Eso me deja pensando... si sobreviví aunque me robaron, a lo mejor debería haber tenido la iniciativa de compartirlo antes de que alguien me lo quitara a la mala. Pero igual, lo compré porque me hacía falta. Era comida. Pero la comida también hace falta en el mundo. ¿Qué tanta diferencia haría si cada vez donara ese porcentaje de comida que me robaron hoy, sobre el total de la cuenta del super? ¿Dejarían de robarme? ¿El universo dejaría de sentir que tengo más de lo que debería, y dejaría de conseguir equilibrios despojándome a mí?
Ojalá no lo hubiera perdido por robo, sino por caridad. Ojalá que nadie tuviera el descaro de robar, y que yo no tuviera la insensatez de pensar que sólo porque yo lo pagué, yo merecía tenerlo. Sé que es cosa de respeto, y no justifico en lo más mínimo al ladrón, pero era comida. ¡Finalmente, debería hacerme feliz darle de comer a alguien, sin siquiera tener que cocinar!

1 comentario:

Fernando Figueroa dijo...

El que te robaran no quiere decir que esa persona merezca más tu comida ni que un acto deshonesto se justifique por la necesidad, si tus actos contribuyeran a la inequidad del sistema o hubieras adquirido tu comida mediante abusos podría entrar el Karma cósmico o como se llame.

No confundir: dudas existenciales+un ratero=cuestionamientos sobre la propiedad