¿El alma piensa?

El alma, eterna. El cuerpo, temporal. El alma, transformada por el cuerpo. El cuerpo, transformador, mortal. El alma, es. El cuerpo, ¿hace? El cuerpo, ¿piensa? El alma, ¿piensa? Si muero, ¿pienso? No hay tiempo, ¿no puedo pensar? Si muero, ¿sólo soy? Entonces, ¿creo? Si no, ¿sólo estoy consciente? Si muero, ¿percibo o más bien sé? Entonces, ¿pensar es temporal? ¿Qué queda? Pensar transforma al alma, pero si muero, dejo de transformarme. Entonces, ¿el sentido de pensar es llegar a ser? Tal vez por eso es tan importante ser (Soy el que Soy), y creer sólo es de este mundo- denotando esa cosa que no sé bien qué es, pero que es ahora donde estoy. Entonces, ¿las ideas son de esta vida... y lo que queda es el ser? ¿Da igual pensar una cosa o pensar otra? ¿Hay que enfocarnos en ser? La vida es limitada, vayamos al punto... ¿de qué se trata? La poesía será un paliativo para esta desesperación de no saber qué se está siendo después de tanto filosofar.

1 comentario:

Érick Hernández dijo...

Jajajaja.. está geniaaaaaaaaal este teSSto... GENIAL!!