Centrífugo

Acelérate, tienes prisa. No tienes tiempo de pensar, mucho menos de sentir. Vamos, no hay tiempo. Trabaja, duerme, brinda una y otra vez (más veces para que sientas que brindaste al menos una). Estudia, trabaja, camina por las calles sin encontrar a nadie. Acelérate. Más rápido... tanto que te avientes hacia fuera de ti mismo. Ahora extráñate, a ver qué se siente regresar y darte cuenta que la vida no estuvo sentada, esperándote.

No hay comentarios: