Eco

¿Por qué siempre soy yo la que se queda hasta el final, escuchando el eco de las palabras que dejaron de pronunciarse? ¿Por qué no puedo conformarme con los finales infelices? ¿Por qué me molesta tanto claudicar- aunque a veces tenga sentido- cuando no era mi voluntad hacerlo? ¿Por qué sigo desmembrándome, arrancándome la piel, los músculos, los huesos, el espíritu, para no dar menos que todo? ¿Por qué no dejo de tener esperanza? ¿Por qué soy una persona feliz y siento el eco de ello cada día?

1 comentario:

Paco Alonso dijo...

Porque estás viva,
corre sangre por tu venas
sentimientos por tu espíritu
pensamientos por tu cabeza.
Aceptas los que te son agradables y los que no, los deshechas.

Gracias por compartir.

Cálido abrazo.