Correspondencia

Entregarle algo al mundo... y que el mundo lo reciba. Intercambiar largas cartas con alguien a quien no se conoce en persona. Compartir un pan con alguien que estaba en el mismo lugar, en el momento preciso. Dar y recibir un abrazo tan pedido como entregado. Sonreír y recibir un gesto amable a cambio. Trabajar y tener trabajo. Extrañar y ser recordado. Amar y que el amor no sea bloqueado.

No es llorar y que las lágrimas se suiciden por el balcón. No es saludar y quedarse con la mano extendida. No es elegir y ser olvidado. No es ser y seguir desconocido. No es abrirse y ser criticado. No es escuchar y que el silencio no hable. No es tener una ilusión solitaria. No es tener la voluntad y que no haya la ocasión.

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