Posible sobrecarga de lineamientos

Me molesta decir "afuera de" porque debe ser "fuera de" o simplemente "afuera". Cuando veo publicidad, detecto fácilmente las faltas de ortografía y los vicios del lenguaje. Por eso mismo, al escribir me da coraje estar fijándome en mis errores. De hecho, en cierto modo, por eso es que decidí tener un blog. Se trata de un espacio donde puedo hacer las cosas mejor de lo que acostumbro, o llegar al desastre. Simplemente se trata de no tener que hacer las cosas de alguna manera en particular. En la vida tiendo a buscar hacer lo correcto, y la tendencia es tan fuerte que llega un punto en el que ya no sé qué es correcto y qué es simplemente ordenado o limpio. Así me criaron y así me dejé criar... y no niego que me agrada tener las aspiraciones que tengo. Pero un blog con faltas de ortografía no le hace daño a nadie.

Tampoco le hace daño a nadie que dibuje con crayones y las proporciones se salgan de la realidad. Mucho menos, que componga canciones que parecen no seguir un patrón. No afecta a nadie que mi cama tenga un par de arrugas. En mi curiosa búsqueda por hacer lo correcto, de vez en cuando me detengo y hago justo lo contrario. Porque lo correcto, muchas veces, es solamente una ilusión. Hasta ahora no me he arrepentido de mis errores deliberados. No ha habido ningún debería al respecto. Por eso sigo así, evitándome futuros deberías, futuros hologramas subyugantes.

Para incluir más recovecos en mi laberinto analítico, explicaré más sobre mis errores deliberados. La gente como yo, que busca hacer lo correcto, se crea ilusiones sobre su actuar. Es decir, se cree mucho porque hizo lo correcto. Aunque no lo digamos, quienes buscamos hacer lo correcto, nos enfrascamos en una satisfacción propiciada. Queremos ser buenos, y por eso queremos hacer las cosas de la mejor manera. No dudo que haya nobleza o bondad mezclada por ahí. Pero también hay soberbia. Sí, señoras y señores, soberbia. Nuestra impuesta corrección y nuestros propios estándares de lo que está bien, nos enfrascan en una categoría asfixiante. Unos más buenos que otros, tal vez. Algunos más tercos, otros más filántropos. Como sea, nos creemos mucho. Eso no es bonito, ni agradable, ni relajante, ni siquiera satisfactorio. Es la manera incorrecta de hacer las cosas bien. Porque está bien salirse de proporciones al pintar con crayones, y también está bien dejarle arrugas a la cama. En todo esto, hay una expresión de libertad dentro de las posibilidades. Doy ejemplos simples, porque así de simple debería ser el discernimiento.

Me gusta que la gente sea buena, que tenga buenas intenciones. Me gusta también que haya personas que entienden a la gente buena- que suele ser más compleja, y por lo tanto tiende a ser más incomprendida. Me gusta que la gente buena se deje ser libremente, que se haga artista, científica, filósofa, bohemia, voluntaria. Lo que no me gusta es que la gente buena sienta que debe seguir siendo buena todo el tiempo... Aclaro, sí me gusta que siga siéndolo. Lo que no me gusta es que sienta que así tiene que ser. Hay un abismo que divide la bondad de la corrección. La bondad, libera; la corrección, hostiga.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uno de los principales problemas en este camino de lo correcto y de lo incorrecto es la conciencia. En un día como ningun otro 3 personas se encuentran conversando y se dan cuenta de que hay una mochila al lado de ellos y no se percataron de quien la dejo olvidada. Por inercia toman la mochila, y ven que en su contenido se encuentra una laptop.

La primera persona piensa en llevarsela ya sea para usarla o para venderla y sacarle beneficio al sufrimiento de otro, bueno aunque tambien para que la dejo ahi verdad, pero bueno su conciencia en algun punto se lo estara reclamando.

La segunda persona, piensa en hacer publico el asunto y mostrar al mundo que el la encontro, y que lo busquen a el para el ser el heroe, y entregarselo al necesitad, en fin todo por tener 5 minutos de fama.

La tercera persona, simplemente toma la mochila, y la lleva a un lugar donde la reporta extraviada, y les desea los que se las encargo que encuentren al dueño de esa mochila. No consulto a su conciencia ni del bien ni del mal, solo ejecuto una accion que lo liberaria de la culpa y de la fama.

Por eso es mejor solo tomar la desicion, muchos dirian ¿puede confiar en las personas a los que se las dejo? o ¿porque ni siquiera da sus datos para recibir un agradecimiento?, son cosas que te aseguro que a esa persona no le interesan y que el sigue por su camino tomando desiciones propias.